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La navegación a vela, como cualquier otra actividad que requiere formación no es sencilla. Hay que saber cómo actuar en cada momento y sobre todo, hay que conocer cómo se llaman los distintos conceptos que son fundamentales en la práctica de este deporte
Lo primero que hay que saber para comenzar a navegar son las partes del barco. A la delantera se le llama proa, mientras que la posterior es la popa. El lado derecho mirando a proa es estribor, mientras que el izquierdo es babor. Puede parecer una perogrullada, pero esa es la base sobre la que se debe aprender todo lo demás, lo más básico y fundamental.
El viento se mide por una escala que va de Fuerza 0 a Fuerza 11, siendo la primera la total ausencia de viento o una velocidad de este de 2 km/h, prácticamente en calma. A medida que sube la escala vamos encontrando más viento y hay que ir adaptando la manera de navegar. Hay que tener en cuenta de que a partir de Fuerza 6 la situación comienza a ponerse más dura y es el paso previo al temporal. Hay que tener mucha preparación para navegar en estas condiciones, por lo que se debe conocer bien qué podemos esperarnos durante la travesía.
Otro concepto que hay que conocer es que en un barco no existen las cuerdas. Lo que hay son cabos y hay de diferentes tipos, según sea su función y qué acciones se realizan con ellos. Si se utiliza para izar o arriar una vela es una driza, pero si es para sujetar esa misma vela es una escota. Por último, la que se utiliza para amarrar un barco al muelle es, lógicamente, una amarra.
También hay que dominar los nudos, algo fundamental cuando se navega con un velero en el que los cabos son importantes. Un buen nudo debe poder hacerse fácilmente y con rapidez, que se ajuste al tirar de él y que aunque sea resistente, debe poder deshacerse con la misma facilidad y rapidez.