MARINA:
Dispone de amarres vigilados las 24 horas, en pantalanes flotantes, con asistencia para atraque y desatraque, luz y agua. Admite barcos de hasta 20 metros de eslora. Gran superficie de aparcamiento gratuito todo el año.
Restaurantes: Una amplia variedad de bares y restaurantes se despliega en la zona de ocio. Encontramos calidad y servicio a buen precio. Cabe recordar que Benicarló es sede de una excelente oferta gastronómica, en la que la cocina de la Alcachofa D.O. Benicarló y el pulpo son atractivos turísticos que mantienen la actividad durante los meses de temporada baja.
Servicios: Contamos con instalaciones de varadero, mecánicos, instalaciones eléctricas, tienda náutica y tienda de pesca con un gran surtido en cañas, que responde a la gran afición que existe en nuestra zona. Además, también hay un gimnasio frente al mar, una academia de idiomas y nuestra oficina principal.
Alrededores: En la calle contigua al puerto existen numerosos restaurantes y apartamentos turísticos. La bocana colinda con una playa de arena de donde sale un paseo que conduce al Parador Nacional de Turismo.
ENTORNO: Castillo de Peñíscola y Sierra Irta: ¿De cuántos puertos se sale arrumbando a un castillo medieval sobre el mar? Tras largar amarras, la orientación sur de nuestra bocana invita al navegante a admirar la belleza de esta imponente roca que emerge de la profundidad y sobre la que el Papa Luna encontró refugio en el siglo XV, en pleno cisma de occidente. Fondear en la playa sur o la playa norte y bañarse frente al castillo, pero lejos de la playa, es un must para un día de travesía. Si seguimos rumbo sur, llegamos a un paraíso. Sierra Irta se extiende unas 8 millas entre Peñíscola y Alcocebre, 8 millas de montaña virgen frente al mar, declaradas Parque Natural para mantener vírgenes sus calas y acantilados. Se dispone de 4 puntos de boyas de fondeo, dado que el fondeo al ancla esta prohibido para conservar la zona. Sierra Irta es una rareza en el Mediterráneo, cuya costa se ha visto avasallada con un desorbitado crecimiento de la construcción.
Delta del Ebro: Si arrumbando sur nos encontramos con un parque natural, arrumbando norte, nos topamos con el siguiente, a menos de 14 millas. El Delta del Ebro es un enclave con personalidad y ecosistema propios. Famoso por sus arrozales y mejilloneras, es también refugio para ornitólogos, dada su particular fauna avícola. Navegar bajo una nube de flamencos, degustar ostras y cava en el restaurante flotante Musclarium o fondear en la Bahía dels Alfacs, son propuestas difíciles de rechazar.
Islas Columbretes: La Ítaca de Costa Azahar, una Reserva Marina a 33 millas donde hacer snorkel o visitar la Illa Grossa. Quien ha navegado hasta este conjunto de islotes de origen volcánico, quiere volver a disfrutar de su paz y de sus noches de verano bajo un cielo antiguo, sin contaminación lumínica.
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