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Por Raúl López Ligero, bombero aventurero.
Hola amigos, soy Raúl López Ligero y como viene siendo habitual en esta sección os traigo ¡una nueva escapada en velero de la mano de Fanautic! En esta ocasión a las costas gallegas, donde disfrutaremos navegando las tres rías más importantes de Galicia. ¿Listos?
Comenzamos en Vigo, que es donde tiene la base el buque insignia de Fanautic Rías Baixas. Alfonso, gerente de esta base, nos recibe muy cordialmente, nos aconseja la ruta que debemos hacer y nos recuerda los puntos más interesantes de este litoral tan “ratonero” y peculiar que no nos debemos perder.
El buque es un Jeanneau, con 40 pies de eslora, un velero bonito, bien cuidado y muy cómodo. Es en Vigo donde a parte de mi compañero habitual Dani Ruiz, nos vemos con Clyde Martin y Rodrigo RD, compañeros con los que construí “un puente” en Patagonia para un reality de 0, en Movistar Plus.
Después de hacer una buena compra y estibar bien nuestro navío, comenzamos a flotar en la primera de las tres rías que vamos a navegar. Es la Ría de Vigo y comenzamos con un precioso paseo por aguas menos profundas en una Invictus de 19 pies, pasando por el inconfundible “Ponte de Rande” y visitando la “Ensenada de San Simón”. Después del aperitivo nos unimos al velero y ponemos rumbo a las Islas Cíes.
Aquí llega la primera grata sorpresa del viaje, las Islas Cíes, grandes desconocidas para mi. Es uno de esos descubrimientos que tengo que agradecer a mi manía de NO informarme de casi nada cuando visito un lugar nuevo, soy anti-guías y me gusta planificar poco los viajes, porque considero que así se descubren muchas más cosas de las que esperabas. Me encanta no esperar nada de nadie ni de nada y así el descubrimiento, sea grato o no, es al menos, más auténtico.
Las Cíes son como un mini caribe en plena costa gallega, aguas turquesas, fina y blanca arena y un paseo precioso con mini bosque que invita a tumbarse y descansar a la sombra. Desde luego si vas a navegar por las Rías Baixas es un “must”, no te las puedes perder
Continuamos rumbo norte, dirección a la Ría de Pontevedra, y justo antes de entrar hacemos una mini incursión en la Ría de Aldán, donde podemos navegar muy cerquita de las bateas de mejillones. Las bateas son como “campos agrícolas” donde se “cultivan” alimentos, pero en este caso son cientos de cuerdas aplomadas hasta al fondo marino donde los mejillones se aferran y crecen a miles, alimentándose de los ricos nutrientes que el Atlántico les proporciona.
Ya en la Ría de Pontevedra tenemos dos gratas sorpresas, lo bien y barato que comimos en Combarro (como en casi toda Galicia) y el paseíto que Alfonso nos regala en lancha por la zona más estrecha y poco profunda en el mismo nacimiento de la Ría de Pontevedra. Un lugar, que si no supiéramos cierto que estamos en Galicia, se podría rodar algún plano de la nueva película de “Indiana Jones” o “Lara Croft”. En un momento pasamos de una zona de pura ciudad, a aguas con rocas sobresaliendo, fondos verdosos, cristalinos y en los que parece en cualquier momento va a salir un cocodrilo, a los lados cascadas de agua y una vegetación cual la jungla de “Tarzan”.
Para finalizar nuestra aventura seguimos rumbo norte y dejando las islas Atlánticas a nuestra izquierda, que debido al mal tiempo que ese día nos acompañaba no pudimos visitar, nos adentramos en la Ría de Arousa pasando por el mítico paso del Carreiro. Es un paso con cientos de obstáculos naturales, islotes y piedras sumergidas con las que debes llevar muchísimo cuidado si no las conoces. Hay que ir vigilando continuamente en visual y por GPS para no acercarte demasiado a ellas, ya que cualquier despiste seria fatal para cualquier embarcación. Ahora que se ha puesto tan de moda la serie de televisión “Fariña”, se cuenta que esta era la zona más utilizada por los narcotraficantes para entrar el contrabando, debido a que sólo si eres muy experimentado y conoces al centímetro la zona, eres capaz de navegarla a gran velocidad. Por ello, entrando a la Ría por el paso de Carreiro y jugando entre las bateas, el éxito de fuga era casi asegurado.
En Resumen: ¿Qué más se puede pedir? Poder conocer un lugar tan peculiar del litoral español, en velero y lancha, dependiendo de la zona. Una comida excelente, compañía inmejorable, meteorología completa, hemos tenido viento, sol, nubes y lluvia, esto son las Rías Baixas que gracias a Fanautic ya forma parte de nuestro diaria de aventuras. Otra bonito lugar que no deberíamos perdernos.